"Escuchemos más y mediquemos menos"
Richard P. Bentall denuncia que en las sociedades menos igualitarias hay más desórdenes psiquiátricos. Por eso, para él, los fármacos tienen muy pocos efectos beneficiosos. Pero sobre todo, tienen muchos efectos secundarios.
Porque, si pretendemos "solucionar" tales desórdenes mediante la medicalización, ¿cuáles pueden ser los efectos a largo plazo?
La parálisis del progreso social y político, la aceptación de la injusticia como la "norma", el desprestigio definitivo de la diferencia y, por encima de todas las cosas, la consideración de la desdicha como un mal, no social, sino clínico.
Como colofón previsible, a todo aquel que esté en desacuerdo con la norma se le acabará tachando de "loco".
No sabremos por qué está en desacuerdo el que tiene una opinión diferente.
Ni siquiera se le escuchará.
Una pastilla y a ver si "se le pasa".
Con suerte para tod@s, será así…
